Los Medios de Comunicación se han empeñado en mostrar, con ribetes sensacionalistas, el lado oscuro, violento, rojo o fantasioso de la cotidiana vida, lo cual les ha funcionado, ante una mayoría de espectadores que se alimenta con tales noticias. Sin embargo, hay estudios que aseguran que esta violencia que se exhibe descarnadamente, tiene grave repercusión en nuestro ser y actuar.
Es común ver crudezas y violencia explícitas en los noticiarios, en las teleseries, en las telenovelas y en las películas, pero en general casi todos los contenidos televisivos están llenos de situaciones de violencia implícita de manera psicológica, moral, sexual, etc., que causa enorme impacto en el subconsciente.
Cuando los niños ven toda esa agresividad, queda dentro de su persona y, de cualquier manera, sale luego reflejado en actitudes negativas”. Ahora en la televisión se maneja la nota roja como “investigación” y se presenta a los reporteros como héroes, lo cual ha provocado que los actos agresivos se vuelvan consuetudinarios.
Recordemos que en el periodismo informativo se manejan y se debe responder a cinco preguntas básicas: ¿Qué, quién, cómo, cuándo, dónde?
El periodista debería ahora añadir una sexta: ¿Para qué? Habría que preguntarnos: ¿Sirve de algo a la Sociedad conocer esta información? Y si la respuesta es positiva, entonces presentársela de manera que repercuta en su vida.
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