El presidente Barack Obama y su familia observaron marsopas y disfrutaron de un paseo en bote el domingo, como parte de un fin de semana de vacaciones en el Golfo de México diseñado para destacar tanto los atractivos turísticos de la región como la preocupación del mandatario hacia los afectados por el derrame de BP.Con Obama viajaron en el bote de 15 metros (50 pies) la primera dama Michelle Obama y su hija Sasha. La otra hija de la pareja, Malia, está en un campamento de verano.
Los tres se asomaron a un lado del bote para ver a las marsopas a medida que el bote navegaba por las aguas en calma de la bahía de San Andrés, cerca del hotel donde se hospedaron en Panama City Beach.
La Casa Blanca planeó el viaje luego que el presidente fuese criticado por no seguir su propio consejo al decirles a los estadounidenses que vacacionaran en el Golfo.




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