El odio se describe con frecuencia como lo contrario del amor o la amistad; otros, como Elie Wiesel, consideran al odio como lo opuesto al amor.
El odio puede generar aversión, sentimientos de destrucción, destrucción del equilibrio armónico y ocasionalmente autodestrucción, aunque la mayoría de las personas puede odiar eventualmente a algo o alguien y no necesariamente experimentar estos efectos.
El odio no es justificable desde el punto de vista racional porque atenta contra la posibilidad de diálogo y construcción común. Hubo una vez en la historia del mundo, un día en el que el ODIO, que es el rey de los malos sentimientos, los defectos y las malas virtudes convocó a una reunión urgente con todos los sentimientos negros del mundo y deseos más perversos del corazón humano.Llegaron a esta reunión con gran curiosidad de saber cual era el propósito... Empezó la ambición el ataque hacia su victima, quien en efecto dio cabida a la ambición de riquezas y poder, pero el AMOR luchó y salió adelante y renunció a todo deseo desbordado y triunfó de nuevo...
Furioso el ODIO por el fracaso de la AMBICION envió a los CELOS quienes burlones y perversos intentaban toda clase de artimañas y situaciones para despistar al amor para lastimarlo con dudas y sospechas infundadas, pero el AMOR confundido lloró y pensó que no quería morir, así que con valentía y fortaleza se impulsó sobre ellos y los venció...
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