Casi 1.500 millones de dólares del erario público gastó Sudáfrica en la construcción de los estadios. Ahora, muchos creen que el verdadero desafío es encontrarles una utilidad después del Mundial.
¿Se conseguirá llenarlos? Su mantenimiento costará cifras millonarias al año, un lastre que deberán asumir los municipios.
El estadio Nelson Mandela Bay, en Port Elizabeth, es uno de esos casos. El coloso era considerado de antemano como un símbolo para la empobrecida región natal del histórico líder sudafricano.
Ahora, los costes de mantenimiento se estiman en unos 2,6 millones de dólares anuales, un monto que la mayoría de expertos considera difícil de recaudar.
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