Consultada, Keilyn Castro narró los hechos con todos los detalles.
“Habíamos terminado. El venía desde hace tiempo diciendo que se iba a matar. El decía que la familia no lo quería. Vino a visitarme y me encerró en mi casa, se puso como loco porque yo no quería volver con él. Me encerró desde las 9:00 de la noche y no me dejaba llamar a mi mamá ni a nadie. Me tiró el celular y lo despedazó, jaló el interlocutor para que no hablara con los guardas del condominio pero yo tenía otro teléfono.
Además me quitó las llaves del carro. El estaba tomando y en lo que se fue a servir otra copa de vino tinto, yo me metí al cuarto y me encerré para llamar, él despedazó la puerta y antes de entrar me dio tiempo de llamar a mi mamá, quien llamó a la policía.
Cuando la policía llegó le pidieron que abriera la puerta, pero él me obligó a decir que se fueran, que todo estaba bien, igual la policía entró y le ordenó que bajara el arma, le dijeron dos veces, pero él se apuntó a la cabeza y se disparó. Todo pasó al frente mío y de la policía”.
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