La mayoría de los sucesos fatales ocurrieron por choques o deslizamientos de vehículos en carreteras, caída de árboles y alambrado eléctrico y congelamiento de indigentes.
El temporal se desplaza por una amplia zona que incluye ciudades desde la frontera canadiense hasta localidades en los estados de Texas, Colorado e Illinois.
De acuerdo con cálculos extraoficiales, la tempestad se extendió sobre una superficie de casi mil kilómetros en unos 12 estados, afectando a un cuarto de la población de Estados Unidos.
Las condiciones extremas obligaron al cierre de aeropuertos y la suspensión de mil 200 vuelos desde el lunes último.
Según periódicos locales, los muertos podrían sumar hasta una veintena. Las ventiscas están complicando desplazamientos turísticos navideños por tierra y aire.
En condados hacia el Norte del país se han acumulado 60 centímetros de nieve, mientras en el sur el Departamento de Meteorología pronosticó que el mal tiempo durará por lo menos otras 50 horas.
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