Es una legendaria discoteca neoyorquina ubicada en la Calle 54 Oeste en Manhattan gestionado por Steve Rubell, un personaje llamativo y abiertamente homosexual, y su amigo heterosexual Ian Schrager.

Rubell era conocido por seleccionar a su antojo a los clientes, eligiéndolos del gigantesco tumulto de gente que esperaba afuera, al otro lado de un cordón custodiado por vigilantes. Mezclaba hermosos jóvenes sexualmente accesibles con glamorosas
celebridades en el mismo recinto, pues seguía la lógica de que los extremos o excesos son el camino a la perfección.


En 1981, el negocio fue vendido por unos 2,2 millones de dólares a otro empresario y se reabrió con invitados como: Calvin Klein, Cary Grant, Gina Lollobrigida y las actrices de cine porno Ginger Lynn, y Traci Lords. Al expirar el contrato de alquiler en 1986, el local volvió a cerrarse.
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