Esto conllevará a una drástica reducción del número de cargadores fabricados, transportados y luego desechados cuando aparecen nuevos modelos.
Así, la nueva tecnología UCS prevé una disminución en el consumo de energía, la supresión de 51.000 toneladas de cargadores inútiles y una reducción de 13,6 millones de toneladas al año en emisiones de gases de efecto invernadero.
La norma recién aprobada permitirá además a los usuarios de todo el mundo recargar sus móviles en cualquier sitio mediante cualquier cargador disponible, reduciendo al mismo tiempo la energía consumida en la carga.
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