Ningún artista cobrará honorarios y por lo tanto la participación es voluntaria.
Los artistas locales y extranjeros se limitarán a cantar sus canciones más conocidas. No habrá presentadores en la tarima.
El ingreso de los asistentes será gratuito, sólo que deberán vestir de blanco.
Los gastos de producción local los cubrirá el Instituto Cubano de la Música y los otros gastos de producción correrán por cuenta de algunos de los artistas que están participando en el concierto.
Todos los equipos de audio y video que utilizará para el concierto del próximo domingo 20, serán llevados a La Habana desde Estados Unidos.
No existen patrocinadores de ninguna clase para este evento.
El escenario se levantará en la Plaza de la Revolución en La Habana, el mismo lugar donde se construyó el altar para la histórica misa del Papa Juan Pablo II en enero de 1998.
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