Recientemente Héctor Acosta realizó una actividad muy especial para su persona y toda la familia, tratase de una bendición a la remozada residencia que Dios le ha permitido obtener con sacrificios enormes.
No es cierto que El Torito haya sido muy excluyente y "clasista" como Juan Carlos Jímenez y otros comunicadores han manifestado en distintos medios. Carece de fundamento que se diga haber dejado fuera a cronistas de arte que comparten con él el mismo lar natal, la verdad es que este encuentro no tuvo intención de alcanzar niveles faránduleros estelares ni de convertirse en un acontecimiento para difusión colectiva en la comunicación.
Un amigo de Santiago llamado Iván Paulino se trasladó con su camara y captó varias imágenes que posteriormente publicó en varias páginas de Internet, estas cosas no obedecieron a la intención de Héctor Acosta ni de su empresa artística.
Estas publicaciones crearon diversas reacciones entre un sector de la prensa que se sintió rechazada a un pequeño encuentro familiar en casa de El Torito.
Me satisface saber que de antemano Héctor ha pensado en un evento de mayor envergadura y acorde a la organización que tiene acostumbrado El Torito a realizar y donde participan todos sus familiares, amigos y relacionados "Sin Distinción".
Héctor se ha mostrado muy preocupado y triste por la manera que muchos han enfocado esta situación y nos confirmó que jamás el exito y la popularidad van a transformar mi humildad de siempre, pero sabe que la fama tiene un precio cuyas consecuencias las afronta con valentía, amparado en el poder de Dios.
0 comentarios:
Publicar un comentario