El orgullo es absurdo en sí mismo porque de nada sirve cuando nos sumergimos en la Unidad….
El orgullo produce: parálisis y envaramiento del cuerpo.
Nuestro orgullo nos impide ver la pequeñez de nuestra personalidad... Creyéndonos tan importantes... tan grandes... lo único que conseguimos es provocar enfermedades que se manifestarán en poco tiempo y ante la vista de todos.
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