Hay que ir planteándose la posibilidad de decirle adiós a los eclipses totales de Sol, a los viajes fáciles hasta nuestro satélite y a las espectaculares vistas nocturnas que nos proporciona el romántico astro.
Debido a la mecánica celeste, a los océanos y a los resultados de la gravedad, La Luna se desplaza cada vez más lejos de la Tierra.
Llegará incluso el día en que se encuentre tan lejano que su disco no pueda tapar el círculo solar como hasta ahora, convirtiendo los días en noches extrañas y permitiéndonos disfrutar de un evento astronómico tan peculiar como atractivo.
06 julio 2010
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