El presidente de la Cámara Baja, Julio César Valentín importó un Bentley el año pasado, su costo 8.9 millones de pesos, con este el Estado dejó de recibir casi 5 millones de pesos.
En el 2007, Valentín trajo un Porsche, valorado en 3.5 millones de pesos, la exoneración del erario superó los 1.3 millones de pesos, mientras que con el Mercedes Benz que importó en el 2006 la suma sacrificada fue de 1.8 millones.
Sólo en los últimos dos años, es decir, en el período 2008-2009 , los legisladores compraron vehículos de lujo por 549 millones de pesos y por ellos el fisco dejó de percibir impuestos por más de RD$300 millones; estas cifras son escandalosas, y más cuando se relacionan con el nivel de pobreza en que vive una gran parte de la población de las comunidades que ellos dicen representar.
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